Enrique Meltzer (FLAQT),

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Enrique Meltzer

“ES FUNDAMENTAL EL CONTACTO ENTRE UNIVERSIDADES Y ASOCIACIONES; SI NO, ESTAS ÚLTIMAS VAN A DESAPARECER”

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El ingeniero Enrique Meltzer, Secretario General Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Químicos y Profesionales Textiles (FLAQT), nos brinda su panorama acerca del sector textil y la labor regional de la federación en el rubro. Además, comenta diversos aspectos de la relación entre la FLAQT y las asociaciones miembro, entre ellas la APTT. Enrique es un convencido de que la investigación y desarrollo tiene que ir de la mano con instituciones educativas y las capacitaciones y charlas deben abarcar no solo el ámbito técnico, sino también otros rubros del sector textil.  

La FLAQT es una organización integrada por asociaciones textiles de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Además, cuenta con asociaciones adherentes de Uruguay, España y Estados Unidos. Su misión es establecer lazos, alianzas y fomentar la investigación y desarrollo a través de sus asociaciones miembros. También buscan establecer vínculos con organismos de otras regiones del mundo y organizan congresos latinoamericanos cada 3 años. Enrique Meltzer, en esta primera parte de la entrevista, nos comenta la situación actual de la federación, que no ha sido ajena al contexto desfavorable para el rubro textil.

Situación actual de la FLAQT

 Han sido años difíciles para el sector textil en la región, con números en rojo y un freno importante en las exportaciones; no solo en Perú, sino en toda la región. ¿Cómo es que se encuentra la FLAQT ante este escenario?

La FLAQT no deja de ser un reflejo de la situación. Lo tenemos visto en lo que fue la suspensión del congreso de Quito. Así que vivimos esto día a día. Esto no repercute solo en lo que es la FLAQT en sí, sino en lo que son las Asociaciones. Es como una cadena. Ocurre en la industria, de la industria pasa a las asociaciones o a las cámaras y de ahí va a las federaciones y repercute en tener menos gente, menos trabajos. Es un problema porque afecta a la cadena textil; pero si lo vemos desde otro punto de vista, a nivel macro, textiles hay todo el tiempo, siempre nos vamos a vestir; la población aumenta, por lo tanto, se fabrican más textiles todo el tiempo. El problema es que no se fabrican donde vivimos, se fabrican en otro lado, y ahí está la inteligencia de cada uno: de las personas, los gobiernos, las cámaras, federaciones, asociaciones, las empresas. ¿Cómo nos preparamos para este desafío? Esto no es que va a cambiar el mes que viene, o el año que viene, o en el próximo gobierno.

Las nuevas reglas están dadas y las piezas se mueven en el tablero

Así es, esa es la inteligencia de cada uno. Allí está donde van a destacarse las personas más hábiles para llevar esto adelante. Desde el cambio de mentalidad en las personas, desde los dueños de empresas hasta los técnicos. Hay que prepararse para un mundo distinto. En el caso específico de Perú, para mí tiene dos pilares muy importantes: el hilado Pima y la alpaca. Hoy, Perú es el principal productor de alpaca en el mundo. Sin embargo, Nueva Zelanda viene pisando fuerte y eso significa que perderá mercado. Entonces, con respecto al Pima, a la alpaca, ¿qué hace el gobierno para cuidar a su industria textil? Ahí es donde debe trabajar la APTT, junto con las cámaras. Tiene que haber un frente de trabajo que les permita mejorar este tipo de situación: la APTT, desde el punto de vista técnico; y las cámaras, desde el punto de vista empresarial, pero ambas juntas.

Hay una falta de investigación y una apatía por parte del gobierno.

Ese es un problema. Llevemos eso a otros países, es una situación similar. Somos países pobres, y en los países pobres a la gente hay que darle de comer. Si somos países así, hay industrias que hay que cuidar, que tienen mucha mano de obra ocupada, pero también el empresario tiene que saber que tiene que transformar su industria para poder sobrevivir. El que no lo haga, estará en situaciones muy complicadas.

En una entrevista que brindó hace 3 años para Mundo Textil, comentó que uno de los objetivos principales de la FLAQT es desarrollar un congreso cada tres años en algún país miembro. El del año pasado, en Quito, fue postergado. ¿De qué manera enfocará la FLAQT el siguiente congreso a realizarse?

La FLAQT tiene casi desde sus inicios un método de realización de congresos que es como un circuito. Se va haciendo en distintos países. El país organizador tiene que ser una sede titular de la FLAQT, no puede ser adherente. Si surgiera alguna asociación o país adherente, tendría que solicitarlo en una asamblea y allí se vería. Esta situación no es ni más ni menos que el reflejo de lo que es la región, porque el país que tenía que realizar el congreso era Venezuela, y por supuesto que lo rechazaron, y el rechazo de Venezuela fue en 2012, durante el congreso de Colombia. Luego, el encargado era Uruguay, pero era adherente y tampoco querían. Luego era Ecuador, y ellos tomaron la responsabilidad. A un año del congreso, dijeron que no lo podían hacer. En realidad, no es que la asociación ecuatoriana postergó el congreso, directamente dijeron “no lo vamos a hacer”. Eso nos puso en una situación muy difícil, porque la federación tiene una Personería Jurídica y debe cumplir con obligaciones legales. Al no tener el congreso, la federación se encontró con un problema porque tampoco había Asambleas Generales, que es la autoridad máxima de la FLAQT. Entonces tratamos de que lo haga otra asociación. Le correspondería hacerlo a Brasil, pero también están en crisis, “podríamos llegar a organizar el congreso en 2019” nos dijeron, y ese año está la ITMA (la feria de innovación textil más grande del mundo) y por Reglamentos cuando hay una ITMA no se realizan Congresos, por lo tanto debíamos pasar al 2020, muchos años sin Asambleas estaríamos fuera de la ley. Ahora no tenemos congreso y no tenemos asamblea. Tal es así que este año se va a convocar a una Asamblea Extraordinaria para poder resolver el problema, dónde realizar el Congreso y elegir a las autoridades de la Federación.

Y hablando de otro tema central dentro de la FLAQT, que es la investigación textil, ¿qué medidas ha tomado la federación en estos últimos tiempos para estimular la investigación y divulgación de nuevos estudios en el sector?

La FLAQT trabaja a través de las asociaciones. En el 2004, durante el congreso en Sao Paulo, hicimos un grupo de trabajo junto con la ayuda del doctor Valdeperas Morel, de la Universidad Politécnica de Cataluña, y tratamos de nuclear a ciertas universidades para avanzar en este sentido. Fue un esfuerzo conjunto de universidades para poder tener mayor información de las investigaciones que se van desarrollando en el sector. Para eso, cada asociación tiene que trabajar con las universidades de cada país. Nosotros lo hicimos en aquel momento con la Universidad Politécnica de Cataluña, adonde pudimos mandar a un par de becados a hacer trabajos. Pero en realidad, los resultados tienen que venir de parte de cada asociación, que debe trabajar con las universidades para lograr este tipo de cosas. En Argentina, trabajamos mucho con el Centro de Investigaciones Textiles, que pertenece al Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Son ellos los que hacen mucho trabajo de investigación y nosotros lo aprovechamos eso. Y la asociación argentina, a su vez, también trabaja junto con ellos. En otros países tienen otro tipo de contactos, en la APTT también hacen trabajo con universidades que se presentan en los congresos o charlas. Ese tipo de cosas son las que hay que incentivar y lo que la FLAQT puede apoyar, siempre a través de las asociaciones.

La Universidad Nacional Mayor de San Marcos está organizando un congreso internacional sobre la industria textil y de la moda. Se realizará en noviembre y han pedido apoyo de la APTT para organizar el evento. La Asociación colaborará con ellos. Esto me lleva a preguntarle acerca de la relación entre la FLAQT y diversas asociaciones con las universidades. ¿Le parece que pueden ser un gran aliado para difundir información y promover nuevas investigaciones en el sector?

Definitivamente. Esto es como una telaraña. La APTT tiene una visión técnica, si trabajan con las cámaras, así sean cámaras de comercio textil o cámaras empresariales textiles, van a tener una visión de otras cosas que les pueden ser muy útiles y viceversa. La APTT, que es la pata técnica, puede hacer su aporte. Pasa lo mismo con las universidades. Es fundamental el contacto entre universidades y asociaciones; si no, estas últimas van a desaparecer. Es necesario que existan este tipo de relaciones. En el 2014, la FLAQT cumplió 50 años, hicimos una asamblea extraordinaria para modificar el estatuto de la FLAQT, vinieron todos los presidentes de las Asociaciones Miembro y modificamos el estatuto. Fundamentalmente, fue una modificación para que la FLAQT abarque toda la cadena textil, pasando a ser una Federación de Químicos y Profesionales Textiles. Ahora abarcamos toda la cadena textil; si no realizábamos el cambio, íbamos a terminar muriendo. Entonces, eso qué significa: las asociaciones deben abarcar toda la cadena textil, también la parte económica. No digo ocupar el lugar de las cámaras, pero sí ver las políticas económicas para enfocarse en las necesidades técnicas.

¿Y qué cambios se pudieron ver con ese cambio de estatuto?

Si nos vamos a aquel momento, junto con esa asamblea, hicimos una conferencia y no fue técnica. Fue una conferencia de un economista que está muy involucrado con la industria y nos presentó una charla relacionada con la economía de la industria textil, viendo la problemática de cada uno de los países de la región, relacionado a la situación con el mundo asiático.

¿Y qué papel deben desempeñar los empresarios dentro de este panorama textil?

Los empresarios también tienen que ver todo este panorama. Muchas veces solo se ocupan de la parte económica de la compañía y valoran muy poco al técnico. Le dan muy poca importancia. Eso está mal. Si una empresa tiene un buen contador, un abogado para resolver sus problemas legales o no cometer errores, también tiene que tener un técnico capacitado, para cometer la menor cantidad de errores posibles. Hay que cambiar la mentalidad de muchos empresarios.

La FLAQT y la crisis en el sector

Como ha adelantado el señor Meltzer en la primera parte de la entrevista, la FLAQT no ha estado exenta de la crisis que ha golpeado al sector en estos últimos años. A continuación, el Secretario General de la FLAQT hace un análisis del panorama textil actual y hace hincapié en problemas propios de la región, como la informalidad y el contrabando.

Hay algunos países que toman medidas más proteccionistas; otros, todo lo contrario. Las decisiones gubernamentales pesan para todos y hay Tratados de Libre Comercio que en vez de resultar provechosos mellan al sector. ¿Cómo se puede mover la FLAQT para ser un aporte en estos años de crisis?

Voy a volver a esa charla de economía que dio el economista cuando fue el 50° Aniversario. Él dijo: “Para el 2020, los salarios en China van a ser más altos que en Latinoamérica”. Yo dije: “Entonces, vamos a tener más trabajo en Latinoamérica”, me respondió que no, van a ir a otros lugares, como Vietnam, Bangladesh, África, cosa que ya está ocurriendo, porque los salarios son más bajos allí. Entonces, ¿qué hacer ante esto? Indudablemente, si hay aumento de costos es muy difícil ser competitivos. Entonces, pensando un poco en el panorama general, ¿qué hacen otros países, como Francia, Italia, Alemania? Han creado un sistema de moda y de vanguardia y de desarrollo de artículos, desde telas especiales, hasta diseño, que a un sector le ha permitido sobrevivir. Ha pasado en Alemania, que se ha especializado más en artículos técnicos. El otro día me comentaban que en Alemania, la marca de las tres tiras está montando una planta para volver a fabricar zapatillas. Es una planta casi totalmente computarizada, con poca mano de obra humana y técnicos de alta capacitación. Para poder hacer eso, hubo que hacer dos cosas: cambiar la mentalidad del empresario y cambiar de la mentalidad de la gente que trabaja en la fábrica.

¿Y qué puede hacer la FLAQT en este aspecto?

Somos una pequeña federación, simplemente podemos ayudar a que la gente se capacite, fomentar la capacitación y creación. Si bien cuando organizamos congresos los responsables son los miembros de la asociación del país, desde la FLAQT buscamos información y gente que puedan aportar en el congreso. El 2015, cuando fue la ITMA en Milano, la FLAQT colaboró en el Foro de Colorantes y Auxiliares donde hablamos de tecnologías, ambiente y sustentabilidad.

¿Y qué es lo que le falta al empresariado textil ante este panorama?

Necesitamos ser más creativos y emprendedores, trabajar en artículos más diferenciados y tener una empresa muy racional. No conozco amigos que se hayan hechos millonarios con la industria textil. Muchos empresarios terminaron abusando de la empresa, sacando de un bolsillo y poniendo en otro, en consecuencia terminaron reventando la fábrica y dedicándose a otra cosa. Si queremos tener fábrica, tenemos que pensar en la fábrica primero y después en las cosas más personales. Una empresa con buenos cimientos puede proveer muchas cosas, si los cimientos no son buenos no van a durar mucho. Hay una frase que me gusta mucho que dice: “Si no puedes vencer el viento acomoda las velas”.

Tiene que haber un cambio de mentalidad; y lo que puede hacer la FLAQT es fomentar la capacitación técnica y hacer intervenir a todos los sectores, a toda la tela de araña que es nuestra industria. Y claro, también tiene que haber una posición clara por parte de los gobiernos. Porque si al gobierno no le interesa la industria textil, olvidémonos. El problema es que somos países pobres, subdesarrollados, la gente necesita trabajar y la industria textil ocupa mucha mano de obra.

¿Por qué hay tanta reticencia del empresario textil con este cambio de mentalidad?

Este cambio significa tecnificarse, lo que significa inversión. En países inestables como los latinoamericanos, hay muchos que no quieren invertir, o el gobierno no da las herramientas necesarias para hacerlo. Entonces, es muy difícil. Tenemos que ver más allá del hoy. Si uno realmente quiere llevar adelante una empresa, tiene que pensar en los nietos, no en uno. Los cambios y las modificaciones no son rápidas. Cuando tenemos que hacer cambios profundos, hay que pensar a largo plazo y muchos empresarios piensan al corto. También es verdad, el mundo cambió, entonces algo que era más fácil para nuestros abuelos se hace más difícil para nosotros. Eso no quiere decir que no se pueda, siempre se puede. Albert Einstein decía: “Si usted quiere estar en una situación diferente a la que se encuentra en estos momentos, haga cosas diferentes a las que ya estuvo haciendo hasta ahora”.

¿Hay algún otro tema que melle al sector y lo comprometa en términos financieros y de generación de empleo?

Usted hace un rato me hablaba del aumento de las importaciones, el retroceso de las exportaciones, ¿y el contrabando?, ¿y la corrupción? Me parece que si no se ve todo en una misma mesa, es muy difícil. Las asociaciones de cada país tienen un papel importante para trabajar en conjunto con las cámaras, para defender a la industria. Contrabando, corrupción, tratamiento de agua contaminación ambiental, son problemas que también ocurren mucho en el sector.

También le quería preguntar por lugares específicos, como Gamarra, por ejemplo, un foco importante para los textiles nacionales e incluso regionales. Este lugar viene siendo afectado por los precios de las prendas asiáticas. ¿Cómo puede contribuir la FLAQT con estos espacios textiles? ¿Es posible tecnificarlos, promover charlas allí como institución?

La parte técnica se da a través de la APTT y la parte comercial a través de las cámaras. La FLAQT no puede hacer más que apoyar en lo que APTT solicite. En Argentina tenemos un lugar muy parecido, y está lleno de telas y prendas importadas, y seguro que mucho es contrabando. El gobierno tiene que tomar papeles en el asunto.

¿Y ve algunas medidas que pueden ser positivas para evitar este contrabando e informalidad?

Si quiero exportar mercadería a Europa o EE.UU., me exigen que desde la etiqueta hasta el hilo de coser deban tener determinadas especificaciones. Por ejemplo: no utilizar productos restringidos en Europa o Estados Unidos, hay que cumplir ciertas normativas. Las empresas exportadoras solicitan a los proveedores de productos químicos y colorantes que les provean materias primas bajo ciertas condiciones. Sin embargo, cuando importan, no le exigen al importador que las telas no contengan formaldehido o determinados grupos azoicos de los colorantes que no se pueden utilizar cuando uno exporta. Acá en la Argentina están poniendo ese tipo de trabas, no sé si ya están funcionando. Cuando tienen que importar tienen que presentar certificados de que las telas no tienen estos contenidos. Por supuesto que no solo es para lo que se va a importar, sino que internamente tampoco se puede utilizar. Ahí los panoramas empiezan a estar más claros. Reglas de juego para todos iguales. Eso es un trabajo Técnico + Cámara + Gobierno.

Hay que saber cómo moverse y tener buenas reglas.

Reglas claras, honestas, sin corrupción ni trampas. Difícil en países como los nuestros.

El futuro de la FLAQT

La federación mantiene altas sus ambiciones y espera tener soluciones prontas a los recientes inconvenientes que han tenido en el sector. El señor Meltzer ahora comenta los objetivos de la FLAQT en el mediano y largo plazo, además de resaltar la importancia de la capacitación en el rubro textil.

¿Qué planes tiene la FLAQT a corto, mediano y largo plazo? ¿Hay alguna meta que le parece particularmente importante?

A corto plazo, es hacer esta asamblea extraordinaria que será el 8 de septiembre. Vamos a tratar de aprovechar para hacer una pequeña jornada textil de un día y hacer la asamblea en donde se determinarán las nuevas autoridades y donde se desarrollará el próximo congreso.

A largo plazo, seguir fortaleciendo los congresos técnicos y no comerciales, no queremos congresos en que se lean catálogos, queremos congresos que nos dejen información, que aporten trabajos de investigación. Hacer participar de los congresos a otros rubros como el ahorro de energía, que es un tema muy importante para bajar costos, protección del medio ambiente, y todo lo que sea para mejorar la producción y hacer empresas lo más rentables y competitivas posibles. En esto estamos.

¿Y en qué le parece la FLAQT podría aportar mucho más?

Creo que hay que trabajar mucho en nuclear las universidades con las Asociaciones, allí la FLAQT tiene que cumplir un rol muy importante. Creo que el trabajo con las universidades y centros de investigación tiene que ser mayor, hoy con la internet nos podemos interconectar mucho más fácil. Todos hablamos el mismo idioma, no es un problema de lengua. Incluso con Brasil nos entendemos perfectamente. Entonces, tenemos que trabajar mucho con universidades, centros de investigación, y aprovecharlo. En Brasil se hacen muchos trabajos en español, por ejemplo. Hay mucho por hacer en ese aspecto, en donde también la FLAQT podría ayudar en el trabajo con algunas cámaras textiles. Lo que pasa es que a veces solo piensan en el empresario, y creo que las cámaras textiles tienen que pensar en la empresa. La empresa abarca todo, Empresarios, Profesionales, Técnicos, Empleados y Obreros. Yo creo que también son enfoques a los que hay que darles lugar.

Y sobre el tema de las conferencias y charlas, ¿le parece que habría que ampliar más el espectro de temas?

La asociación argentina cada tanto organiza conferencias de economistas y los técnicos van para escuchar y hacerse una idea de lo que viven y de lo que viene. Eso te enriquece, porque los que están en niveles de gerencia o jefatura les permiten tener un panorama distinto. Otra es la parte de capacitación. Creo que hay que capacitar a la parte obrera, es muy importante. La AAQCT en la Argentina tiene un convenio con la Asociación Obrera Textil para la capacitación de personal de fábrica y una carrera de Ennoblecimiento Textil para formación de técnicos e incluso tiene un sistema para hacerla a distancia. La capacitación es todo y enriquece en todos los niveles.

Si tuviera que dejarnos un mensaje para las diversas asociaciones, en especial para la APTT, ¿qué les diría a sus asociados y miembros honoríficos?

Capacitarse, es la única forma. Formalidad, Capacitación, Tecnificación, creo que ese es el mejor camino. Mucho esfuerzo; y si es la profesión que eligieron, PÓNGANLE PASIÓN.

Escribe: Javier Wong / Mundo Textil