UNA FIBRA DE ALPACA MEJORADA

0
4438

Rocío Barrios, presidenta del INACAL (Instituto Nacional de Calidad) y el congresista Daniel Abugattás presentaron en el congreso las nuevas normas técnicas de la fibra de alpaca. La sistematización de este tejido será un gran salto de calidad y abrirá puertas para que ganaderos, textileros y diseñadores puedan competir más y mejor en el mercado internacional.

En 1947, luego de la Segunda Guerra Mundial, nació un organismo que estandarizó normas y productos para empresas. La Organización Internacional de Normalización (ISO)      ya tiene 68 años rigiendo en 168 países, optimizando los niveles de calidad de diversos productos y generando competitividad a partir de la calidad. Justamente lo que intenta hacer el INACAL es ir avanzando dentro de este terreno y aprovechar la fina fibra de alpaca para conquistar otros mercados. “Como país hemos estado ajenos a movimientos relacionados con tendencias o políticas públicas relacionadas al desarrollo de la calidad”, comentó Abugattás, que puso el ejemplo de Japón como país que mejoró sus estándares y, gracias a ello, se despojó de esa mala imagen que tenía décadas atrás.

El congresista también habló del desarrollo que se le da a la fibra de alpaca en otros lugares del mundo. La exportación de alpacas con el mejor contenido genético a países como Chile, Nueva Zelanda y Australia es un peligro latente para la producción peruana. “Ellos están invirtiendo en innovación y tecnología”, señaló, y puso de ejemplo que el principal desarrollador genético de este animal trabaja para el gobierno australiano y se trata de un ciudadano peruano. Incluso se están produciendo alpacas en vientre de llamas y resolviendo otro tipo de problemas que deberían tener solución aquí, pero tienen respuesta en tierras extranjeras.

“Hasta el año 1980, el Perú tenía un récord mundial: éramos el país que más utilizaba fibras naturales”, señaló Abugattás. Ahora, la industria textil nacional debe competir con productos extranjeros masivos, que acaparan el mercado y dejan poco terreno a fibras como la alpaquera. “Si niños, niñas y ancianos usaran prendas de alpaca en la sierra no pasaríamos los problemas de friaje que tenemos”, señala el congresista. Ahora existen miles de posibilidades técnicas para explotar aún más esta fibra, la cuestión es brindarles el tiempo y dinero requeridos para implementarlas.

Actualmente, esta falta de recursos es evidente. El desarrollo de la industria alpaquera nacional es aún incipiente. Perú cuenta con el 80% de la oferta de esta fibra en el mundo, pero esa cifra no va de la mano con las posibilidades de desarrollo que ofrece. A pesar de esfuerzos individuales y diseños impecables de personas como Harumi Morota, José Miguel Valdivia, Emma Sánchez y Titi Guiulfo, la existencia de lavaderos de alpaca es insuficiente. “No hay un proceso de selección, no hay máquinas que elijan y desarrollen colores”, indicó el congresista. A esto, sumarle que la fibra alpaquera es muy volátil requiere de un proceso meticuloso para que el hilado se desarrolle con la calidad requerida.

Precisamente para profesionalizar esta labor meticulosa existe la INACAL. Esta institución garantizará y certificará lo que los diseñadores pongan a disposición del cliente. El gran desafío es generar calidad para el ciudadano y los miembros empresariales. “Necesitamos promover las normas para tener buenos estándares, que nos permitan abrir los mercados”, señala Rocio Barrios. Las nuevas normas también promoverán la inclusión de diseños alpaqueros a la Marca Perú. “Con la acreditación podemos certificar que estos productos tienen la calidad que esperamos”, comenta la presidenta de INACAL.

La alpaca, además, es un producto inclusivo. Beneficia a más de 120 mil familias de las zonas altoandinas, sobre todo pequeños criadores y familias ganaderas. “Se puede mejorar la calidad de vida de estas personas si es que promovemos las nuevas normas técnicas”, comenta la presidenta del instituto. La prenda final debe ser el resultado de una inversión en maquinaria textil y capacitaciones in situ. De esta manera se tiene un plan eficaz para exportar con éxito la fibra de este animal alto andino. “Se trata de que todo producto nacional deje huella por la calidad que tiene”, señala Barrios. La alpaca puede masificar su producción de calidad y convertirse en un ejemplo más de estos productos de élite.